viernes, 17 de diciembre de 2021

Las mascotas y la Navidad. ¿Quiero una mascota?


Zampa y Tila. Dos maravillosas perras que fueron abandonadas y volvieron a ser felices tras haber sido adoptadas. 


Cuando llega Navidad es muy frecuente que muchas personas, especialmente vosotros, los niños, pidáis una mascota a los Reyes Magos. Realmente es algo maravilloso y muy enriquecedor, tanto para nosotros como para los animales; pero es una petición muy seria que exige reflexionar despacio antes de llevarla a cabo. Es muy importante que tengáis en cuenta varias cosas:

  1. Un animal no es un juguete, es decir, no se trata de coger uno y, si me canso, lo abandono. Se trata de un ser vivo que siente, igual que vosotros. Antes de decir que queremos una mascota, tenemos que pensar que tiene unas necesidades: necesita que se le alimente, que se le saque de paseo (según qué animal cojamos), que le demos amor, que le llevemos al veterinario... Y esto no un día ni dos, sino durante muchos años, a lo mejor hasta que seas un adulto; es decir, que va a suponer un gasto económico y necesita obligatoriamente parte de tu tiempo varias veces al día. Es muy importante tener esto en cuenta para evitar que, luego, veamos que no podemos o no queremos una carga de responsabilidad tan grande y lo abandonemos. Si vais a un centro de acogida, veréis que hay muchísimos animales cuyos ojos reflejan una pena y un miedo enorme. No saben qué han hecho mal para ser desterrados de sus hogares.
  2. Tenemos que pensar si podemos hacernos cargo de él cuando nos vamos de vacaciones, ya sea porque podamos llevárnoslo con nosotros o tengamos a alguien que se pueda ocupar de él. Es muy frecuente que alguien tenga un animalito en casa y, cuando llega el período vacacional, vemos que nos molesta y lo abandonamos. Él se siente como un miembro más de la familia y no entiende que se le abandone, sufre muchísimo por ello. Además, piensa que ha hecho algo malo y por eso se le ha dejado tirado. Este es un sufrimiento y un miedo (el de volver a ser abandonados si tienen la suerte de que alguien los acoja de nuevo) que arrastran toda su vida.
  3.  En ocasiones se compran perros o gatos porque son muy bonitos, sin pensar que, cada raza, tiene unas características diferentes y que, a lo mejor, aunque uno sea muy bonito, no se va a adaptar a nuestras necesidades o características concretas. Antes de coger cualquier animal, sea del tipo que sea, tenemos que valorar cómo es por su genética. Luego no podemos pretender que se produzcan milagros.
  4. A los niños os suelen gustar mucho los cachorros. Es normal. Cualquier cachorro, igual que vosotros, los niños, tenéis una ternura y una alegría que hace que se os quiera siempre. Pero hay que pensar que los cachorros hacen travesuras, que rompen cosas, y tenemos que tenerlo en cuenta por si supone un inconveniente en nuestras casas. Un cachorro es como un niño: juega y hace cosas que no debe porque le cuesta controlarse. No se puede abandonar a un animal porque "se porta mal". Como en los humanos, se trata de educar, de enseñar con paciencia y cariño lo que está bien y lo que está mal. Un animal no aprende antes porque se le pegue, como tampoco las personas aprendemos antes con el palo. Debemos educar, pero no malcriar, pues esto es igual de malo en personas que en animales.
  5. Es también muy frecuente que se pague mucho dinero por comprar una mascota; sin embargo, como desgraciadamente vivimos en un país donde el abandono animal es enorme, hay muchos centros donde animales maravillosos esperan que alguien se apiade de ellos y decida llevarlos a su hogar. Os puedo asegurar, por propia experiencia, que se trata de animales que te agradecen toda su vida el que les hayas dado una segunda oportunidad. Te quieren con una lealtad inmensa; pero lo más bonito es ver cómo, sus ojos tristes y desconfiados por el abandono sufrido, van cambiando a una mirada alegre y llena de amor. Yo os animo a que, si de verdad queréis una mascota, os informéis a través de internet u otros medios sobre dónde hay centros de acogida de animales y adoptéis uno en lugar de comprarlo. Como ellos cuidan a los animales que tienen, los observan, ven sus características... Os aconsejan qué animal os viene mejor según vuestras necesidades, pues lo que quieren es que, tanto vosotros como los perros o gatos que os llevéis, forméis una familia feliz.
Y recordad: los animales son seres vivos que sienten y sufren,  que tienen unas necesidades (igual que vosotros). No cojáis una mascota si no estáis completamente seguros de que vais a poder atenderla. Nunca la abandonéis.

Y después de esta reflexión, que espero que os ayude tanto a vosotros como a los animales, con todo el cariño que habéis conseguido plantar en  mi corazón, os deseo

¡FELIZ NAVIDAD!

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